La sociedad del Antiguo Régimen se caracterizó por su inclusión en diversos colectivos o grupos; la parroquia, la familia, la cofradía o el gremio son tan sólo algunos ejemplos de instituciones vitales para la evolución de las personas en los tiempos pretéritos. Sin embargo, y pese a que todavía hoy resulta peliagudo hablar de un individualismo acérrimo, es palpable que estos grupos sufrieron un proceso de atomización hacia el fortalecimiento del individuo frente al colectivo.
Esta transmutación, característica entre la Edad Moderna y la contemporaneidad, es en la actualidad un campo a explorar, con unas metodologías de estudios que nos llevan a profundizar en los ciclos vitales, la recuperación de la biografía, la prosopografía o las genealogías sociales.
Con todo ello, desde el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea queremos animar a la participación de todos aquellos interesados, siendo un escenario idóneo para el cruce de conocimiento tan relevante como anhelado entre las disciplinas humanísticas.